la inflación al alcance de los MinistrosHace unos días fui a las Jornadas de la ONGD Economistas sin Fronteras, «Otra Economía está en marcha», en el link podéis escuchar y ver las intervenciones que tuvieron lugar durante esos días. Y como no podía ser de otra manera el nombre de Jose Luis Sampedro salió a la luz.                                                                            Este verano, una de mis lecturas, fue La Inflación (al alcance de los Ministros). Ed. Debate. Jose Luis Sampedro y Carlos Berzosa. Una redición del que publicó Sampedro en 1976, y que ahora es rescatado con la actualización/Prólogo de Carlos Berzosa, repitiendo la experiencia de Conciencia del subdesarrollo, donde también Maestro y Discípulo nos hicieron disfrutar con esta particular versión del Serrat&Sabina de la literatura económica.

Emociona escuchar y leer a Sampedro hablando… aunque hablara de economía.

Para no hacer este post muy extenso, transcribo literalmente el Prólogo escrito para la edicción de 1976 por Jose Luis Sampedro.

«Casi cuarenta años –tanto como la marcha por el desierto- hemos vivido aquí en una realidad mutilada. Sólo se imprimía en un color y se cantaba en una clave.  El doblaje del cine hacía hermanos a los amantes. A la política le habían amputado el ala izquierda. Al pueblo, la voz y el voto.

Pero la vida exige que la mujer tenga todo lo negado por aquella moral y el hombre otras cosas enemigas de todo paternalismo. Esa vida sólo será para todos si el pueblo tiene voz y voto. Y para votar dignamente es menester tener conciencia de la realidad. Verla en versión completa y sin doblaje.

También de las ciencias sociales, como de la luna, nos mostraban solamente una cara (sólo que aquí era el reverso) y su versión de la inflación estaba mutilada. En el campo de la economía, estas páginas nacen como una humilde contribución a la reconquista de la vida para todos. En él se completa la versión oficial con los temas escamoteados por los manuales, a saber: los beneficios, sus aliados y el sistema. Ya sé que no convenceré a quienes nunca echaron de menos la verdad porque el escamoteo les favorecía. Por eso mismo su discrepancia será una prueba más.

Por otra parte, no escribo para ellos, sino para confirmar en sus sospechas a mis compatriotas de trabajo, ayudándoles a ser conscientes de lo que es la inflación en versión completa. Para ellos escribo; para los hombres y mujeres víctimas de tantos mitos: el orden natural de la sociedad, el interés nacional, la moral dogmática… Para sustituir esas fantasmagorías por verdades humanas, sencillas y elementales como pan, piedra, trabajo.

Porque, compañeros, se trata de vivir. Sí, claro: también nosotros.»