Seguimos explicando la obligación elaborar un Plan de Actuación de una Fundación. En el primer post vimos quién lo elabora, cuándo y cómo se presenta. En el segundo vimos cómo describir y clasificar cada una de las actividades que la Fundación va a desarrollar. Ahora es el turno de la previsión de personas necesarias (asalariada, profesional o voluntaria), del número de beneficiarios o usuarios que esperamos a alcanzar y de los objetivos e indicadores que nos ayuden a mostrar el grado de realización de la actividad.

Recursos humanos para emplear en la actividad

Previsión del número de personas con contrato laboral, contrato mercantil y voluntarias que van a ser necesarias para el desarrollo de la actividad, indicando el número de horas/año que dedicarán. Una persona puede dedicar su jornada a varios programas. Por tanto, se trata de establecer un criterio que nos permita hacer una distribución de su coste entre cada uno de ellos.

Beneficiarios y/o usuarios de la actividad (solo para actividades propias)

Son las personas (físicas o jurídicas) para quienes hacemos el proyecto, pero no siempre es fácil llegar a una definición consensuada dentro de la misma entidad. Por eso recomendamos detenerse un poco en este concepto porque si preguntamos en una empresa quiénes son sus clientes, seguro que la respuesta será más concreta. En caso de no poder calcular el número aproximado de beneficiarios, se marcará con una “X” la casilla “INDETERMINADO”.

Objetivos e indicadores de la realización de la actividad

Llegamos a un apartado clave: ¿Qué objetivos fijamos y con qué indicadores medimos su grado de realización? Tener claro esto es lo que da sentido al trabajo de la Fundación, porque nos permite ir viendo la ejecución de la actividad, aplicar medidas correctoras llegado el caso, y, en definitiva, mejorar la gestión de la Fundación.

¿Qué son los objetivos? ¿Cuáles establecer?

Los objetivos son los resultados que la Fundación espera alcanzar desarrollando la actividad. Tienen que ser realistas (no es la carta a los reyes magos, que luego viene el cuadro de recursos necesarios para conseguirlos), medibles (acompañado de un indicador), claros (comprensible a terceros) y acordes a los fines estatutarios.

¿Con qué indicadores mido los objetivos?

Los indicadores son los instrumentos que nos ayudan a medir el grado de cumplimiento de los objetivos. Por tanto, han de caracterizarse por: ser relevantes, que aporten una información importante; Constituir un concepto claro y mantenido en el tiempo; Objetivos, poder evaluar su fiabilidad sin dar lugar a interpretaciones contrapuestas; Y accesibles, que tenga un coste aceptable, de fácil cálculo e interpretación.

El tema de para mucho, y entramos en los terrenos de la gestión.

Recomendamos la lectura de la publicación de AECA: Documento nº 3 Entidades sin fines lucrativos: “Indicadores para ESFL”. En ella nos habla de:

           Objetivos del establecimiento de indicadores para una Fundación o asociación sin ánimo de lucro

  1. Favorecer la transparencia y buen gobierno de la Fundación o asociación sin ánimo de lucro.
  2. Contribuir en términos sintéticos a la rendición de cuentas.
  3. Facilitar, de forma esquemática y reducida, la comprensión del desarrollo de sus actividades.
  4. Completar el esquema lógico necesario para la toma de decisiones.

A modo de resumen: